Ya sea con la leche o con cualquier otro lácteo, a lo largo de nuestra vida hemos escuchado de todo. Primero, hace unas décadas, que eran buenísimos para la salud y los huesos y que había que incluirlos en la dieta a diario.

Después llegó el dicho de que contienen mucha grasa y podrían incidir en el sobrepeso. Más tarde, aparecieron los intolerantes a la lactosa. ¿Leche entera o desnatada? ¿Con lactosa o sin lactosa? ¿Cuál es la verdad y qué es mejor para nuestro organismo?

¿Realmente necesitamos los lácteos?

Seguramente que has escuchado a los veganos decir que el ser humano es el único animal que bebe leche de adulto. Claro, esta afirmación depende de qué se considere un animal y de si los seres humanos lo somos o no. Pero mejor no entremos en este tema. Sigamos con los lácteos.

Si bien es cierto que nada es imprescindible en nuestra dieta, lo cierto es que nuestra alimentación sigue costumbres, igual que muchos animales. No obstante, ni tomando lácteos podemos pensar que nuestra dieta es completa, ni podemos afirmar que al no tomarlos nos falta algo.

Es cierto que los lácteos permiten obtener los niveles de calcio y vitamina D de una manera sencilla y cómoda. No obstante, hay otros alimentos que aportan estos mismos nutrientes, por ejemplo, el brócoli. En los casos más extremos, se pude recurrir a los suplementos alimenticios.

Eso sí, no debemos creernos todo lo que dicen y los lácteos, para aquellos que deseen tomarlos, son una excelente fuente de calcio y no llevan hormonas ni aditivos agregados, ya que esto está regulado por la ley.

¿Mejor tomo leche sin lactosa?

La lactosa es un azúcar presente de manera natural en la leche. Hay personas que no toleran la leche porque no cuentan en su organismo con la enzima de la lactasa que es la encargada de sintetizar la lactosa.

La leche sin lactosa no es más que una leche que lleva agregada lactasa con el fin de facilitar la sintetización de este azúcar. Pero seamos claros: si no tienes este problema de intolerancia a la lactosa, tomar leche sin lactosa no te reporta ningún beneficio. De hecho, será un perjuicio para tu bolsillo pues es más cara.

¿Son buenas las leches vegetales?

También se han puesto de moda. Primero apareció la ‘leche’ de soja y más tarde la de arroz, coco y muchas otras como alpiste o incluso castaña. Lo cierto es que a nivel nutricional, no se puede igualar a la leche de vaca. Sirven para amenizar nuestro café o nuestros dulces si no podemos tomar lactosa, pero contienen un alto porcentaje de azúcar y carecen de beneficios nutricionales. Es decir, que en caso de intolerancia, sería más recomendable la leche sin lactosa que una de estas bebidas (que no se pueden llamar leche) vegetales.

¿Es bueno el queso?

Del queso también hemos escuchado mil y un mitos. Sí es cierto que tiene un alto contenido en grasa, lo cual lleva a muchos a pensar que no es un alimento sano. No obstante, hay tan amplia variedad de quesos, por lo que podemos optar por productos de este tipo muy saludables.

La grasa contenida en los quesos no es perjudicial pero sí debemos limitar el consumo de estos pues aportan mucha energía.

Una manera de elegir bien es mirando las etiquetas. Si apenas tiene ingredientes significa que es una opción natural, y por tanto, saludable. Evita los quesos fundidos y aquellos sucedáneos preparados para rallar o gratinar.

Por otro lado, son mucho más saludables, y también más ricos de sabor, los que están fabricados con leche cruda de vaca o de oveja, pues tienen una menor procesación y por tanto, menos aditivos.

¿Son buenos los yogures?

Los yogures no tienen por qué llevar un alto contenido en grasa a no ser que sean formatos especiales como los tipo griego.

Y no solo contienen los beneficios de la leche sino que por la forma de elaboración, actúan como un probiótico en nuestro cuerpo aportando múltiples beneficios.

Así que, resumiendo. Los lácteos no son imprescindibles para nuestro organismo, pero tampoco son perjudiciales. Si puedes tomarlos, hazlo, y si no, opta por la alterativas sin lactosa.

La soja se ha popularizado en los últimos años y su consumo se ha hecho patente en bebidas y otros alimentos. Se trata de una legumbre originaria de Asia, y destaca por su aporte de proteínas y fibra. Tiene una elevada concentración de isoflavonas, una especie de flavonoides que tienen propiedades antioxidantes.

A pesar de todas estas propiedades, muchos creen que consumir soja es perjudicial para la salud, especialmente porque influye de forma directa en las hormonas. ¿Qué hay de cierto en esto?

La soja es rica en fitoestrógenos, y un aumento de estrógenos, ya sea en la mujer o en el hombre, puede producir cáncer de mama, por ejemplo. Pero ¿qué relación hay de la soja con este riesgo? La interacción de los fitoestrógenos con el organismo es totalmente diferente a la de los estrógenos.

Se realizan estudios para demostrar que lejos de ser perjudicial para el organismo, el consumo de soja puede ser un factor de protección contra el cáncer.

A pesar de haber escuchado que un exceso de soja puede ser malo para la salud, muchos se preguntan por qué no tiene ninguna alerta sanitaria para limitar la ingesta.  Aún no hay evidencias que demuestren que esto es así.

La soja es una legumbre más con sus propiedades y virtudes, y también con sus defectos, como sucede en el caso de otros muchos alimentos. Por tanto, no se considera un alimento milagroso ni tampoco uno que debas evitar.

Veamos otros mitos relacionados con la soja y por qué no son ciertos:

La soja es transgénica

Son muchos los ataques que la soja ha recibido afirmando que es transgénica. Hay que tener en cuenta que un alimento transgénico se modifica genéticamente y debe aparecer en la etiqueta nutricional que lleva detrás en el envase. Por tanto, esta obligación legal de advertir de la modificación de los alimentos nos permite estar tranquilos al consumir alimentos vegetales como la soja.

La soja afecta a la tiroides

La levotiroxina se usa para tratar el hipotiroidismo, y es cierto que el consumo de soja puede aumentar la demanda de esta medicación. No obstante, parece que es suficiente con separar el consumo de soja de la toma del medicamento para que no cause efectos adversos.

Beneficios de la soja

Por tanto, tras analizar diversos mitos relacionados con la soja, podemos llegar a la conclusión de que es un alimento natural de origen vegetal que no provoca efectos adversos en el organismo y que puede ser un excelente sustituto en muchos casos para personas que no toleran otras legumbres, la lactosa y otros ingredientes que provocan alergia. Su gran versatilidad a la hora de consumirla ha hecho que se convierta en uno de los productos más vendidos en el mundo. ¿Lo recomendable? Puedes consumirla y ver si te afecta de forma negativa y frenar su consumo. En caso contrario disfruta de su sabor.

 

La nutrición es un factor clave en el deporte, de ella depende nuestro rendimiento, nuestra recuperación y hasta nuestro estado de ánimo en la práctica deportiva. A continuación te contamos por qué es importante la nutrición en el deporte y como mantener una buena alimentación si eres deportista.

¿Por qué es tan importante la nutrición en el deporte?

La alimentación es uno de los pilares clave en nuestro estado de salud. Cuando realizamos ejercicio físico gastamos más energía de la habitual y aumenta la demanda de nutrientes de nuestro organismo, esto se debe a que el cuerpo funciona a una velocidad más alta de la habitual.

El cuerpo cubre las demandas de nutrientes y energía de dos maneras: 

  1. A través de la alimentación, es decir: usando esos nutrientes de forma inmediata.
  2. A partir de las reservas con las que cuenta nuestro organismo y que ha ido creando a través de los alimentos consumidos con anterioridad.

Debemos tener en cuenta que estas reservas son limitadas, por lo que debemos introducir constantemente en nuestro organismo nuevos nutrientes mediante alimentos saludables, y aquí es donde entra la importancia de la nutrición en el deporte. Una buena alimentación nos ayudará a rendir más, recuperarnos antes y a sentirnos mejor en toda nuestra etapa deportiva.

¿Cómo debería ser la alimentación en el deporte?

La alimentación perfecta para un deportista debe ser variada y equilibrada, adaptando siempre los alimentos y la cantidad consumida a la actividad deportiva que practicamos, nuestra edad, género y condiciones físicas.

Esto quiere decir que en tu día a día puedes introducir cereales y tubérculos, productos grasos (Siempre saludables como los pescados grasos o el aguacate), proteínas y frutas y verduras.

Para llevar una alimentación balanceada es importante que no te saltes ningún grupo de alimentos, pero sí que elijas los de mejor calidad y mayor aporte nutricional. Por ejemplo en el caso de los hidratos es mejor comerse un buen plato de verduras combinadas que un bocadillo.

¿Cómo es una dieta deportiva?

La correcta organización de las comidas es clave en la nutrición deportiva:

La ingesta de carbohidratos debe mantenerse durante toda la práctica deportiva, antes durante y después. Las frutas se componen de carbohidratos de absorción rápida que llegan rápidamente al cerebro, los cereales, los tubérculos y las legumbres tienen carbohidratos de absorción lenta que llegan a la sangre paulatinamente.

Se aconseja una ingesta de hidratos de carbono entre 1 y 4 horas antes de realizar la actividad física, para aumentar la reserva de glucógeno y conseguir así un mayor aporte de energía. También es aconsejable una ingesta moderada de carbohidratos durante la práctica deportiva si hacemos ejercicio durante un largo periodo de tiempo, para evitar mareos. Al terminar haremos una última toma, con el fin de asegurar una correcta recuperación muscular.

También debemos tener en cuenta que si queremos aumentar nuestra masa muscular debemos incrementar el consumo de proteínas.

Otro punto a tener en cuenta es la correcta hidratación del deportista, el adulto medio debería ingerir cada día entre 1,5 y 2 litros de agua para mantener unos correctos niveles de hidratación. Cantidad que aumenta con la práctica del ejercicio físico, ya que perdemos más agua, sobre todo al sudar. Se recomienda beber de 150 a 200ml de agua o bebida deportiva cada 20 minutos mientras estamos haciendo ejercicio. Al terminar la actividad física habremos perdido parte de agua, sales minerales, sodio y carbohidratos, por lo que se recomienda la ingesta de frutas o bebidas que contengan estos nutrientes, además de sentirnos mejor ganamos energía y aceleramos nuestra recuperación.

No es buena idea tomar alimentos nuevos antes de competir

Ingerir alimentos nuevos antes de una competición, por más saludables que estos nos puedan parecer no es buena idea, ya que no sabemos como nos sentarán y pueden ocasionar contratiempos indeseados durante la competición. Tampoco se recomiendan justo antes de entrenar para que no afecten a tu rendimiento, mejor tomarlos en días donde no realices actividad deportiva o el entrenamiento no sea demasiado importante, si lo que quieres es comprobar cómo te afectará en este aspecto.

En Juan Antonio Ruiz Nutrición somos expertos en nutrición y nutrición deportiva, si quieres aprender más en este aspecto o necesitas un plan de comidas personalizado contacta con nosotros para descubrir cómo podemos ayudarte.

Comer alimentos frescos y de temporada es una magnífica decisión para cuidar nuestra dieta, además nos ayuda a dar alegría a las recetas en función de la temporada. Lo que hace más llevadero adoptar un estilo de vida saludable.

A continuación en juanantonioruiznutricion.com te desvelamos cuáles son las frutas de temporada de cada mes, para que sepas mejor cuál elegir:

Frutas y verduras de temporada por meses:

Enero

Las raíces de hoja verde y los cítricos están en su apogeo, también encontramos en muy buen estado las frutas que empezaron a madurar en otoño.

Frutas: Aguacate, dátiles, kiwi, cítricos, mango, manzana, papaya, pera, piña, plátano, tomate raf, chirimoyas, caquis y granadas.

Verduras y hortalizas: Alcachofa, achicoria, acelga, brócoli, calabazas, cebolla, chirivía, coles, coliflor, espinaca, escarola, habas tiernas, lechugas, puerro, remolachas, champiñones, zanahorias y patatas.

Febrero

Encontramos casi las mismas variedades que en enero con algunas variaciones:

Las frutas de otoño comienzan a decaer y encontramos otras que avanzan la primavera, como por ejemplo los espárragos. Los cítricos siguen todavía en muy buen estado:

Marzo

Las frutas invernales conviven con las que aparecen en la llegada del buen tiempo:

Frutas: Cítricos, fresas, aguacates, manzana, pera, papaya, plátano, pera, piña, dátil, níspero y kiwi.

Verduras y hortalizas: acelga, ajo tierno, alcachofa, berro, canónigos, cebolla, coles de hoja, coliflor, escarola, espárrago, espinaca, guisante, habas tierna, puerro, remolacha, apio, champiñón, chirivía, judías verdes, lechugas, patatas, rábanos y zanahorias.

Abril

Los alimentos invernales empiezan a desaparecer y reinan los que anuncian la llegada del calor:

Frutas: Fresas, cítricos, mango, piña, papaya, plátano, ciruelas, dátiles, aguacates, kiwis, peras.

Verduras y hortalizas: Achicoria, acedera, ajo tierno, cebolla, espárragos, guisantes, habas tiernas, judías verdes, puerros, remolacha, zanahoria, acelgas, apio, calabacín, espinaca, lechuga, pepino, patata nueva.

Mayo

Frutas: Ciruelas, cerezas, fresas, lichi, cítricos, melón, nectarina, níspero, plátano, papaya, aguacate, dátiles, manzana, kiwi, pera.

Verduras y hortalizas: Achicoria, ajo tierno, calabacín, cebolla, guisante, espárrago, habas tiernas, lechuga, patata nueva, remolacha, puerro, rábano, zanahoria, acelga, apio, alcachofa y pepino.

Junio

El verano empieza a asomar y las frutas de temporada se vuelven más grandes y jugosas, para aportarnos ese extra de agua que necesitamos en los meses de calor:

Frutas: Albaricoques, brevas, arándanos, ciruelas, frambuesas, fresas, lichi, cítricos, grosellas, mango, melón, nectarina, plátano, melocotón, aguacate, dátiles, kiwi, manzanas, pera, piña, nísperos y sandía.

Verduras y hortalizas: Calabacín, cebolla, espárrago, ajo tierno, judías verdes, lechuga, pepino, rábano, pimiento, zanahoria, remolacha, alcachofa, apio, acelga, champiñón, tomate y puerro.

Julio

Con el verano ya iniciado encontramos variedades de fruta y verdura muy similares a las del mes anterior. Aparecen algunas hortalizas solanáceas como la berenjena y llega el tiempo propicio para disfrutar de las bayas como son los arándanos o la grosella.

Agosto

En el mes de Agosto se despiden las frutas primaverales para dejar paso a las que predicen la llegada del otoño:

Frutas: Ciruelas, frambuesas, arándanos, mango, grosella, higos, melocotón, melón, moras, nectarina, plátano, sandía, uva, pera, aguacate, albaricoque, kiwi, cítricos, cereza, manzana y piña.

Verduras y hortalizas: Berenjena, cebolla, calabacín, champiñón, lechuga, judía verde, patata, puerro, pepino y tomate, zanahoria, apio y acelga.

Septiembre

Septiembre anuncia el paso de las frutas otoñales, dejando atrás aquellas con sabor a vacaciones:

Frutas: Higo, uva, pera, manzana, melocotón, moras, mango, nectarina, pera, plátano, uva, chirimoya, granada, cítricos, membrillo, piña y sandía.

Verduras y hortalizas: Berenjena, boniato, acelga, calabaza, cebolla, lechuga, chirivía, champiñón, patata, puerro, tomate, pimiento, apio, canónigos, calabacín, zanahoria y judía verde.

Octubre

Frutas: Caqui, castaña, aguacate, dátiles, chirimoya, higo, kiwi, granada, cítricos, madroño, mango, melocotón, manzana, papaya, membrillo, pera, plátano y uva.

Verduras y hortalizas: Apio, acelga, alcachofa, calabaza, cebolla, canónigos, chirivía, coles, lechuga, coliflor, remolacha.

Noviembre

En Noviembre las hojas empiezan a caer y en cuestión de alimentos nos centramos más en las raíces que inundan nuestras cocinas:

Frutas: Aguacate, caqui, cítricos, uva, castaña, dátiles, chirimoya, manzana, mango, papaya, pera, membrillo y plátano.

Verduras y hortalizas: Boniato, cebolla, calabaza, apio, borraja, champiñón, coles, chirivía, escarola, hinojo, puerro, remolacha y madroño.

Diciembre

Las frutas y verduras otoñales se despiden para dar paso a esos ingredientes tan característicos del invierno:

Frutas: Caqui, castaña, dátil, aguacate, cítricos, manzana, membrillo, papaya, pera, piña, plátano, tomate raf, mango y uva.

Verduras y hortalizas: Alcachofa, acelga, apio, borraja, brócoli, boniato, cebolla, cardo, coles, escarola, espinaca, jengibre, lechuga de invierno, remolacha y puerro.

Tras él recientes estado de alarma muchas familias han invadido Supermercados  comprando compulsivamente. Guiados por el miedo hemos llenado carritos de las compra con alimentos que, ni son lo que el cuerpo se necesita ni tienen la fecha de caducidad que pensamos. 

A la hora de ir a comprar debemos tener tres cosas en cuenta: 

Elegir alimentos saludables y nutritivos. Que esos alimentos duren lo máximo posible.

Que ayuden a reforzar nuestro sistema inmune: Esencial para que nuestro cuerpo luche contra el virus por sí solo. 

¿Qué alimentos comprar durante la cuarentena? 

Antes de ir a la tienda o al supermercado lo primero es hacer una lista de los alimentos que vamos a comprar, de esta forma evitamos que el miedo nos guíe para no comprar de más y que tampoco se olvide nada por los nervios. 

Debemos priorizar sobre todo comida que tenga una vida útil muy larga, para no tener salir a comprar más veces de las necesarias, ya que estamos buscando salir de casa lo menos posible.

De la misma manera tampoco debemos comprar demasiados alimentos congelados o ultraprocesados. Estos alimentos consiguen su larga fecha de caducidad gracias a una larga lista de conservantes y aditivos muy perjudiciales para la salud.

¿Que debería contener la lista de la compra durante la cuarentena? 

Cereales: A ser posibles integrales, de grano entero y sin azúcar añadido. 

Legumbres: Lentejas, garbanzos, quinoa… Estos pueden ser secos o en conserva ya que ambos aguantan intactos por largos periodos de tiempo. 

Verduras: Aunque lo mejor es consumir fruta y verdura fresca, puedes congelarla para que dure más tiempo.  Frutos secos: Almendras, nueces, avellanas…

Fruta desecada: Al retirar el agua de estas frutas se conservan durante mucho tiempo, ya que contienen todos sus azúcares naturales que actúan como un poderoso conservante. Las conservas de piña, melocotón y uvas son también muy duraderas, aunque debemos tener en cuenta que llevan demasiados azúcares añadidos por lo que no conviene abusar. 

Carnes y productos curados: Ya que al estar “secos” aguantan por mucho más tiempo, estos son embutidos, jamón serrano… Aunque tampoco conviene abusar son una fuente relativamente sana de proteínas. 

Pescados y mariscos en conserva: Latas de atún, de berberechos, de mejillones… Pueden aguantar años en tu despensa. 

Lácteos: Su forma más duradera es la leche en polvo y los quesos curados. Los yogures por lo general pierden sus propiedades tras dos semanas en el frigorífico (Y antes aún si los guardamos fuera de la nevera) 

Grasas saludables: Mantequilla, aceite de coco, aceite de oliva…

Tés e infusiones: En épocas como esta somos un manojo de nervios, los tés e infusiones con propiedades relajantes nos ayudarán a llevarlo todo mucho mejor. Lo ideal es endulzarlos de forma saludable con miel, stevia o panela por ejemplo. 

¿Qué cantidad de alimentos comprar para la cuarentena? 

Las recomendaciones son para 15 días, sin embargo puedes comprar para más tiempo si tu supermercado lo permite.

Lo ideal para saber exactamente que necesitas es preparar un menú para estos 15 días con comida y cena (Como comidas “grandes”) y desayunos, almuerzos y meriendas. De esta forma sabes mejor lo que tú y tu familia necesitáis las próximas dos semanas.

Lo ideal es comprar un poquito más, por si pasados los 15 días el momento de salir a comprar se retrasa y para no crear sensación de escasez llamando así a la tranquilidad en nuestros hogares. Cómo comer saludable durante la cuarentena

Cuidarte empieza al momento de hacer la lista de la compra ya que es cuando planificas el menú quincenal: 

Todos los días deben haber varias piezas de fruta y verdura en el menú de todos. Se recomienda que exista aunque sea un poquito de carne o pescado en cada plato para obtener la proteína necesaria. Muchas veces una ensalada con atún o unas lentejas con jamón son suficiente. 

Los cereales integrales como el arroz nos proporcionan sensación de saciedad y el aporte de fibra necesario para un correcto tránsito intestinal. 

Conviene evitar los postres dulces (que no sean frutas) en la medida de lo posible. 

Recuerda que la cuarentena pasará, pero los buenos hábitos alimenticios los puedes conservar toda tu vida para sentirte y verte mejor por siempre. 

El uso del aceite de coco ha cobrado auge en los últimos años, tanto en la cosmética como en la nutrición. Son muchos los beneficios que se le han conocido y queremos enumerarte algunos. El aceite de coco, un aliado para nuestro cuerpo y nuestra salud

Se puede comer o usar como cosmético. Se ha convertido en un imprescindible para los amantes de lo natural, lo cual puede resultar incoherente, dado que tiene un alto contenido en grasas. Veamos qué lo ha convertido en tan popular. 

Grasa saludable

Se ha demostrado que la grasa contenida en el aceite de coco se va directamente al hígado donde se realiza la cetosis, o quema de grasas, de forma que acelera el metabolismo y crea una sensación de saciedad. 

Los cuerpo cetónicos son un excelente herramienta en la lucha de las enfermedades degenerativas ya que son el combustible predilecto por el cerebro. 

Propiedades medicinales

El aceite de coco es conocido por ser un gran aliado en la lucha contra hongos, infecciones y bacterias. Además, ayuda a los paciente con Alzheimer ya que ejerce una gran influencia en el funcionamiento cerebral. 

También se le conocen poderes antifúngicos y antióbiticos dado su alto contenido en ácido láurico. 

Para la piel y el pelo

Hay muchas personas en el mundo que han dejado de gastar cientos de euros en cremas y usan aceite de coco como hidratante natural de la piel. Aseguran que aporta luminosidad y suavidad extremas. Lo mismo sucede con el cabello: aporta hidratación, lo nutre y le da un aspecto brillante y suave. 

Con respecto a la piel, es eficaz en la lucha contra el acné, las infecciones y otros problemas de la piel. Se puede usar como bálsamo labial e incluso como desmaquillante. 

Ayuda a restablecer el pH natural de la piel y elimina el exceso de grasa y también es efectivo para la sequedad tanto de la piel como del cuero cabelludo. De hecho, alivia la caspa y nutre la raíz del pelo favoreciendo su crecimiento. 

Regula el colesterol

Consumir aceite de coco no solo disminuye el colesterol malo, sino que, además, aumenta el bueno. Reduce los niveles de triglicéridos y mejora la coagulación sanguínea y la producción de antioxidantes, lo cual incide en un menor riesgo de enfermedades cardiacas. 

Cómo usar el aceite de coco para disfrutar de sus beneficios

Como hemos visto, el aceite de coco se puede consumir en las comidas o se puede aplicar como una crema o mascarilla en distintas zonas del cuerpo o el cabello. Es un aceite que da mucho juego en la cocina, por ejemplo, ya que se puede consumir crudo o cocinado. Su punto de oxidación es más alto que el de otros aceites poliinsaturados como el de girasol o de maíz. Por tanto, conserva mucho mejor sus propiedades y nutrientes. 

Lo mejor es conseguir uno ecológico que puedes conseguir en supermercados y herboristerías. Suelen llevar la catalogación de virgen extra. Asegúrate de que no contiene perfumes ni colorantes. Esto es especialmente importante si lo piensas usar como producto cosmético, aunque también es lo más recomendable para el consumo. Cuantos menos químicos en el cuerpo, mejor. 

Conoce el aceite de coco refinado

Aunque normalmente se comercializa el aceite de coco virgen extra, el refinado que se convierte es una especie de mantequilla y se usa como base para cosméticos, también puede ser eficaz. No obstante, su función en la de realzar las propiedades de otros productos y elementos, especialmente en el campo cosmético. 

Aporta suavidad y textura a las cremas, pero sus efectos beneficiosos son menos debido al bajo contenido de pureza que estos productos tienen. Aun así, una crema con aceite de coco siempre será mejor que una que no lo lleva. 

Ya que hemos visto todos los beneficios que aporta el aceite de coco a nuestro cuerpo y nuestro organismo, ¿te animas a comenzar a usarlo? Ya sea en la cocina o como cosmético, disfrutarás de un aspecto más saludable y de una mejora en tu interior. Un producto natural muy asequible que da mucho más de lo que cuesta. 

Es de conocimiento popular que cualquier alimento o sustancia consumida en exceso puede resultar perjudicial para la salud, el aceite es una de ellas. Para empezar, es mucho más aconsejable y beneficioso utilizar aceite de oliva virgen extra, en lugar de otros aceites como, por ejemplo, el de girasol. Aunque una cosa no quita la otra y debemos moderar la cantidad que usamos o añadimos a cada comida, el cuerpo nos lo agradecerá a la hora de hacer la digestión.

Hay muchos factores a considerar si deseamos controlar la ingesta de aceite. Uno de los principales momentos en que la comida absorbe más grasa es en el proceso de cocinado, por eso explicaremos algunas técnicas para mediar su utilización.

En primer lugar, es imprescindible emplear el material apropiado; utensilios aptos para el horno y el microondas, donde podremos cocinar casi cualquier tipo de alimento sin agregar prácticamente aceite, una sartén antiadherente o una cazuela con rejilla también nos serán de gran utilidad, ya que con la primera, aunque nos salga un poco más cara, se puede freír incluso con unas gotitas de aceite y con la segunda podemos evitar que el alimento se sumerja de lleno en la grasa y se empape en ella, otra opción sería habituarse a la cocina al vapor.

A continuación, se hallan las técnicas de cocina que son muy similares a lo ya mencionado previamente. Una técnica que destaca entre las demás para cocinar el pescado y la verdura, es la denominada

El papillote, que consiste en que los alimentos se hagan en sus propios jugos, sin la necesidad de adicionar aceite.

Luego se encuentran la cocina al vapor, cuyo mayor beneficio es que el alimento mantiene todos sus nutrientes al ser cocinado de este modo, y la cocina a la plancha, usando una plancha de verdad y no una sartén, añadiendo poco aceite podemos cocinar perfectamente verdura, carne y pescado. Para concluir, tenemos el microondas y uno podría preguntarse qué podemos cocinar en un microondas y que nos quede comestible, pero la pregunta real sería; ¿hoy en día, qué no podemos cocinar en el microondas?

Podemos desde freír un huevo hasta una tortilla si lo hacemos de la manera correcta.

Es frecuente que le demos más importancia al sabor de una comida que a los ingredientes y especias que lleva. Obviamente si algo no te gusta no te lo vas a comer y esto potencia que nos enfoquemos únicamente en lo que sabe bien, sin conocer que ese gusto tan agradable muchas veces viene de las grasas que se le han añadido al alimento. Tendemos a inclinarnos más hacia los platos precocinados que a la comida casera, lo cual es un error porque no poseemos ningún control sobre los componentes que constituyen dicha comida.

Otras equivocaciones comunes se dan a la hora de freír los alimentos, para que lleven la menor cantidad de grasa posible se han de seguir estos pasos:

-Introducir el alimento en el aceite solamente cuando este esté del todo caliente. Para comprobar que de verdad se encuentra a la temperatura adecuada, una vez hayamos metido la comida debe hacer ruido y burbujas. Es importante añadir la comida poco a poco, no en cantidades excesivas de modo que se junten unos con otros en el interior de la sartén.

-Una vez esté dorado por la parte de arriba, procederemos a situar la temperatura a fuego medio para que el alimento se cocine tanto por fuera como por dentro.

-Por último, antes de sacar nada de la sartén, colocaremos un plato con papel de cocina sobre el que iremos depositando la comida conforme la extraigamos.

Ahora presentaremos algunas técnicas extra para ahorrar uso de aceite en verduras, ensaladas y guisos. En la verdura, una de las claves es hervirla con antelación o al freírla añadir un poco de agua cuando la verdura se dore. En los guisos se recomienda no añadir aceite y cocinar por otro lado la carne que se pretenda echar. En las ensaladas se puede medir la cantidad de aliño en cucharas de postre, ya que las soperas resultan demasiado grandes.

Lógicamente, el uso de aceite es imprescindible en nuestro día a día, pero también lo es nuestra salud, en juanantonioruiznutricion.com estamos para ayudarte.

Dicen que el desayuno es la comida más importante del día, ¿qué hay de cierto en esto? Desde nuestra sede de dietética y nutrición en Mallorca queremos hablarte de ello y darte unas pautas para elaborar el desayuno perfecto.

La importancia del desayuno en la nutrición

El desayuno es importante por muchas razones. La principal es que será la comida que nos aportará la energía necesaria para comenzar el día. Dependiendo de lo que comamos, así comenzaremos nuestra jornada laboral o de estudios. Por tanto, nosotros decidimos si queremos comenzar con buen pie o no.

Por otro lado, al despertarnos, nuestro organismo también lo está haciendo y requiere un tiempo para ‘poner todo en su sitio’ por decirlo de alguna manera. Hacer un desayuno con alimentos indigestos puede incluso cambiar nuestro estado de ánimo.

No hay duda que tener un desayuno saludable nos incita a mantener una dieta equilibrada el resto del día, además de que nos sacia y nos quita la sensación de apetito.

Cómo elaborar el desayuno saludable y completo

En nuestras oficinas de dietética y nutrición de Mallorca, no solo sabemos cuál es la importancia del desayuno, sino que tenemos las pautas para crear el desayuno perfecto, que te aporte energías y todos los nutrientes necesarios para comenzar con buen pie. ¿Estás listo?

Antes de nada debemos hacer el apunte de que para crear este desayuno perfecto, los alimentos que incluyamos en él serán saludables y variados, abarcando todos los grupos de ingredientes. ¿Cuáles son algunos y qué nos aporta cada uno?

Lácteos

Dentro de los lácteos podemos elegir entre leche, yogures, queso e incluso el kéfir. Son tan necesarios para nuestro organismo que los expertos recomiendan consumir entre 2 y 3 raciones al día. ¡Qué mejor que comenzar en el desayuno!

Los lácteos nos aportan vitamina D, proteínas y calcio, las tres muy necesarias para la salud ósea. Dentro de las opciones que hay, tu imaginación juega un papel importante en el modo en que la consumas. Puedes añadir café, cacao, frutos secos, semillas, etc. Te recomendamos que obvies el azúcar, y en caso de que la necesites por el sabor, sustitúyela por miel o sirope de agave, que son ingredientes naturales y sin químicos.

Bebidas vegetales

Si eres intolerante a la lactosa, o simplemente lleva un estilo de vida vegano, es posible que el punto uno te haya decepcionado un poco. Tranquilo, aunque las bebidas vegetales no sustituyen a los lácteos en su aporte de calcio, sí que lo hacen en el de proteínas y vitamina D.

Hay muchas donde elegir como la de arroz, coco, avena, almendra, alpiste, etc.

Cereales e hidratos de carbono

Los hidratos de carbono son necesarios en nuestra dieta. No hay que prescindir de ellos ni mucho menos e incluirlos en el desayuno es una idea perfecta.

Hay muchas formas de comer cereales como copos de avena, maíz o trigo, en pan o incluso en un bizcocho. Evita los dulces y galletas industriales y si te gusta el dulce para el desayuno, hazlos en casa sin grasa ni azúcar. Siempre puedes usar edulcorante, sirope o incluso fruta o frutas secas.

Fruta

¡Que no falte la fruta! Hay que consumir 5 piezas al día. Si comenzamos con una o incluso dos en el desayuno ya tendremos la mitad del trabajo hecha. Es sana, sus azúcares no perjudican a nuestro organismo y nos aportan fibras, vitaminas, minerales y antioxidantes, entre otras cosas.

Nos ayudan a reducir enfermedades y regulan el tránsito intestinal. ¡Y además son deliciosas! Puedes consumirlas frescas, en rodajas, en zumos o batidos. ¡Hasta en el horno si te gustan!

Grasas saludables

Muchas personas escuchan la palabra grasa y quieren salir corriendo pero las saludables que encontramos en los frutos secos, el aceite de oliva y el aguacate son buenas y necesarias para nuestro cuerpo.

Proteínas, ¡que no se olviden!

Pollo, pavo, atún, huevo… Cualquier alimento proteíco es saludable y bueno para crear un desayuno perfecto. Olvida los embutidos que tienen demasiada grasa.

Verduras

Pepino, lechuga, tomate, paté de verduras… Hay muchas opciones para incluir verduras en el desayuno que tan saludables son.

¿Crees que te hemos dado demasiada información? En realidad no es tan complicado como parece. Aquí te ponemos un ejemplo de un desayuno sencillo: Café con leche Tostadas con tomate, aceite de oliva y pavo Zumo de naranja

Fácil, ¿a qué sí?

Si bien la figura del nutricionista ha ganado importancia en los últimos años, son pocas las personas que conocen realmente las funciones de un nutricionista y que puede hacer por ti.

Todos tenemos algún amigo que va al nutricionista, seguimos algún experto en redes sociales o hemos oído hablar del tema, pero:

¿Conocemos realmente lo que un experto en nutrición y dietética puede hacer por nosotros? ¿Las funciones que desempeña? y, aún más importante ¿Las ventajas y beneficios de contar con uno? 

A continuación te cuento al detalle, como experto en nutrición y dietética de Mallorca, las funciones de un nutricionista y las ventajas que tiene contar con ellas en tu día a día.Qué funciones desempeña un nutricionista, beneficios y ventajas de contar con uno

El nutricionista te ayuda a perder peso

Es una de las funciones más conocidas, y es que un experto te ayudará a perder peso de manera saludable (dietas milagro, en el nutricionista, verás pocas) también adaptará la dieta a tu estilo de vida, para que te sea más fácil y llevadero seguir sus pautas. 

También te puede ayudar a ganarlo 

Por contra cuando necesitamos ganar peso también podemos consultar a un nutricionista. El experto en nutrición y dietética estudiará nuestro estado actual y escuchará a donde queremos llegar, creando así unas pautas realista.

Seguidamente creará el sistema que te ayudará a posicionarte en el peso que deseas y siempre, de forma saludable. Otra de las funciones de un nutricionista es mejorar tu salud

Que mejorar el aspecto físico es una de las funciones más importantes del nutricionista lo sabemos todos, pero lo que de verdad nos proporciona beneficios y ventajas únicos es que lo hace cuidando la salud.

Muchas veces no hace falta estar descontentos con nuestro cuerpo para contactar a un nutricionista, si quieres mejorar tu salud para ganar energía, mejorar un problema leve o simplemente sentirte mejor, las funciones del nutricionista son para ti. Te enseña a comer sano

Llegados a este punto puedes pensar:

Bueno comer bien, sabe todo el mundo. Todo es ponerse.

Lo cierto es que esta afirmación se acerca poco a la realidad, existen buenas pautas alimenticias que solo los profesionales conocen, por ejemplo la práctica correcta del ayuno intermitente. 

Por contra hay muchas creencias en el mundo de la alimentación, como que los alimentos light son más sanos, que resultan falsas en la mayoría de los casos.

Contar con un nutricionista profesional te ayuda a saber que creer y que no, para sentir los verdaderos beneficios y ventajas de una alimentación sana. Y por supuesto ¡Te mantiene motivado!

La parte emocional, motivacional y mental es clave para seguir una dieta. Cuando no estamos motivados por lo que hacemos, aunque sea en una mínima parte, lo acabamos dejando. 

Una de las ventajas y beneficios más importantes de contar con un nutricionista profesional es que está pendiente de nosotros, sabemos que tenemos una persona detrás que vive los resultados con nosotros, que nos está ayudando con sus mejores conocimientos…

Y por si fuera conoce las mejores tácticas de motivación alimenticia para que sigas ese regimen que te has propuesto y consigas, fácilmente, los resultados que deseas.     

Cómo nutricionista en Mallorca, estoy al tanto de que muchas personas no conocen los verdaderos beneficios y ventajas de contar con un nutricionista en su vida. Las que te acabo de desvelar son solo unas pocas, pero por las que ya, merece la pena contar con un experto. 

¿Son las calorías buenas o malas?

Qué duda cabe: comer sano está de moda. Los consumidores están cada vez más y más preocupados por la alimentación que ingieren, y no son pocos quienes cuentan calorías. ¿Pero son todas las calorías iguales? ¿Cómo identificar las buenas y necesarias para nuestra salud de las malas que deberíamos evitar?

Productores e instituciones son los otros dos vértices del triángulo de la industria alimentaria, pero estos dependen, mayormente, de la demanda de los consumidores y, desafortunadamente, hoy en día estos están acostumbrados a vivir con un exceso de carbohidratos de mala calidad y grasas saturadas en el cuerpo.Sí necesitamos calorías

Está muy extendida la creencia de que las calorías son malas. Al contrario, son imprescindibles para la salud, y la cantidad que cada persona necesita varía enormemente entre una y otra. A grandes rasgos, una persona que hiciera ejercicio tres veces a la semana y con el nivel de sedentarismo medio propio de la sociedad moderna, necesitaría cada día unas 1800 calorías, si es una mujer, y un poco más, 2.200, si es un hombre. Sin embargo, cada dieta y estilo de vida son distintos, y en este artículo solo pretendemos hacer una clasificación sencilla de calorías buenas y malas para poder mejorar los hábitos de salud rápidamente, y que el cuerpo se acostumbre.

Las calorías de mala calidad son peligrosas

Los estudios han demostrado que la ingesta calórica diaria de la dieta occidental típica en los países desarrollados proviene, hoy, en un preocupante 42%, de carbohidratos poco recomendables. Estas son conclusiones de investigaciones que se han desarrollado a lo largo de décadas de estudio de los hábitos de consumo y son, cuanto menos, unos datos preocupantes.

Las calorías de mala calidad son peligrosas porque su consumo excesivo puede provocar un aumento en el riesgo de sufrir toda clase de enfermedades. La clave nunca es la cura y el tratamiento, sino la prevención para tener una buena salud general futura.

¿Qué alimentos consumes con malas calorías?

Las calorías malas provienen de los hidratos de carbono de mala calidad, encontrados en las harinas refinadas, como el pan blanco, la bollería o la pasta. Pero también nos referimos aquí a las verduras y los cereales almidonados, como la patata o el maíz, y a toda clase de productos con azúcares añadidos.

Por otra parte, las malas calorías también se obtienen de las grasas saturadas. Si bien no son totalmente innecesarias, es muy fácil que superemos el consumo recomendado de estas, que es, como máximo, el aporte de un 10% de las calorías diarias.

La mayoría de proteínas que aún mucha gente, supuestamente preocupada por su salud, consume, son las que provienen de la carne, incluyendo carnes rojas y procesadas. En realidad, su consumo siempre debería estar muy controlado.

Cuáles son las calorías buenas

Cómo alimentarse con buenas calorías

Para tener una buena salud, es necesario consumir calorías buenas, que son las que extraemos de carbohidratos de alta calidad: grano entero, fruta natural, etc.

Respecto a las fuentes proteínicas, el marisco, los vegetales, los frutos secos y las legumbres aportan calorías de mejor calidad indispensables para el buen funcionamiento del cuerpo.

Pescados como el salmón, el atún o la caballa, y los productos con aceite vegetal aportan grasas saludables. Es hora de desterrar el mito de que toda la grasa es mala.

Muchas veces nos quedamos sin ideas de recetas para diversificar nuestra dieta. Ten en mente alimentos como judías, productos a base de soja, o semillas: son productos energéticos de la mejor calidad.

Las buenas y malas calorías en el etiquetado

Una manera rápida y práctica de ver qué tipo de calorías estamos consumiendo es fijarse muy bien en el etiquetado, que indica la composición nutricional. Hay que tratar de evitar comer azúcares rápidos (ni de cerca tan buenos como los carbohidratos de absorción lenta), indicados como un porcentaje dentro de los carbohidratos. El porcentaje de saturadas dentro de las grasas, del mismo modo, requiere nuestra atención y ponernos alerta.

Si quieres una atención totalmente personalizada acerca de tu alimentación, ponte en contacto con el servicio de Dietética y Nutrición de Juan Antonio Ruiz, dietista en Mallorca.